Cada uno tiene sus propias percepciones al respecto y me refiero a lo que equivocadamente piensa un extranjero de Colombia o nosotros de Pakistán, no obstante, los cicloviajeros estamos expuestos a varios problemas potenciales.

LA GRAN MAYORÍA DE LOS RIESGOS QUE UNO SE ENCUENTRA EN LA RUTA SON FÁCILES DE EVITAR CON UN POCO DE INTUICIÓN, O UNA ADECUADA PREPARACIÓN Y PLANIFICACIÓN, POR LO GENERAL LOS VERDADEROS RETOS QUE TENDRÁ SERÁN MENTALES.

Recuerdo en una de las tantas anécdotas de Mi Viaje por Sur América, estar sentado en la pequeña berma de la R3 (Ruta 3) al norte de Río Gallegos (Argentina), las ráfagas de viento llegaban a 100 Km/h, así había estado toda esa mañana y 3 ó 4 días después en los que solo avance algunos kilómetros. No solo era peligroso sino frustrante, como muchos otros momentos difíciles que viví, solo dejé que estos pasaran…

cicloturismo argentina carlos e carvajal enfermoRuta 3 | Argentina

La posibilidad de ser atropellados en una carretera o cruzando alguna ciudad es quizás el mayor riesgo para los cicloviajeros, en Colombia o en la gran mayoría de países, por eso en mi caso, prefiero carreteras secundarias o terciarias y también evitar las grandes urbes. Aunque en algún momento pasaremos por una gran ciudad (donde incluso es más factible que nos roben o quieran hacernos daño) o estaremos en una ruta llena de camiones , disminuir el riesgo es posible haciéndonos visibles y planeando el ingreso a ellas, por ejemplo con algún un amigo lugareño que nos guíe.

cicloturismo boliviaRuta de las Lagunas | Bolivia

Quienes han pedaleado por ahí por Natagaima y Espinal a las 5:00 p.m, seguro les ha tocado sentir como el jején se te entra por la nariz, o qué tal los zancudos en La Reserva Natural Cañón del Río Claro en Anioquia, pues bien, en ciertas épocas del año los insectos serán la molestia. Recuerdo estar acampando en el Lago Toro ahí cerca al Parque Nacional Torres del Paine (Chile) y ver cruzar un Puma enfrente de mi carpa, no paso nada, claro me paralicé, demás que lo que quería era una gorda oveja de una gran estancia y no un flacuchento cicloviajero.

Me han tocado aguaceros de esos diluvianos en las selvas chocoanas, una nevada inesperada que tapo la ruta el día anterior, olas de calor por encima de los 45°C, rafas de viento zonda y patagónicos, e incluso deslizamientos de piedras, tierra o lodo…! Como ven, los problemas potenciales pueden ser muchos, sin embargo, son los bloqueos mentales el verdadero peligro.

cicloturismo argentina subiendo al cristo redentorSubiendo de Las Cuevas al Paso fronterizo Cristo Redentor | Lado Argentino

Ahora me da un poco de risa, pero a un mes de comenzar mi gran viaje llevaba 4 días en Ipiales (Nariño) por miedo a traspasar la frontera de mi propio país, es decir a lo desconocido, a la nueva cultura y gente que me encontraría. Estar solo para mi no a sido un problema, aunque en algunos trayectos he sentido el rigor (leer un poco, o escuchar música me ayudaba), ahora me encanta. A otros les preocupa la dificultad, el cansancio o las eventuales enfermedades, incluso el manejo del dinero y cada cosa que cargamos con nosotros desde niños, la lista puede ser larga…

Hace algunos meses estaba en mi casa Pablo García, aquel argentino que anda Pedaleando el Globo hace más de 13 años (130.000 Kms recorridos por 100 países en 5 continentes), hablábamos de ese y otros temas. Como un niño explorador no quería perder la oportunidad de preguntarle a este icono del cicloturismo mundial, sobre la seguridad en algunos países que quiero pedalear: “Ché Carlitos me decía, en Irán, China, Tibet, y en esos otros lugares que decís las personas son rebellas y hospitalarias tal vez más que nosotros lo latinos”. Me vi juzgando y recordando que aún tengo taras, también miedos.. un par de días después publicó lo siguiente en su web: «En Colombia me salvo el machete«, lo que me sorprendió y incluso me pareció irónico (recuerdan lo que les dije de las ciudades) !

pedaleando el globoPablo Garcia en Medellín | Colombia

Viajar en bicicleta es relativamente seguro pese a lo que le paso al gran Pablo, mi experiencia esta limitada a viajes por Colombia en el que fue «uno de los países más inseguros del mundo» y a algunos países de Sur América, y aquí estoy. Apague el televisor, o por lo menos deje de nutrirse con el miedo que nos regalan los medios, confié en usted, en la gente, una sonrisa y un par de palabras amables son mágicas y abren puertas. Además:

  • Labore en lo que tiene en su mente, respirar profundo sirve, también quedarse en silencio y permanecer tiempo arriba en la montaña
  • Aunque la incertidumbre es magia planee sus rutas e identifique en que época del año es mejor emprender su viaje o pasar por ciertos lugares, puede ser que usted quiera llegar en agosto a la Feria de la Flores en Medellín con miles de turistas enloquecidos, o en marzo a Jardín el bello y colonial pueblito Antioqueño que en esa apoca es económico y tranquilo
  • He viajado con amigos, con la novia y en solitario, toda son experiencias diferentes, quizás sea inteligente viajar acompañado por lo menos en las primeras aventuras, en la ruta si le sirve de algo hay otros cicloviajeros como usted
  • Si antes de salir no se considera el mejor ciclista, en un par de días en un viaje largo lo será
  • Aunque algunos tenemos más facilidad para relacionarnos sea amable, es fácil. Si va en solitario si o si le tocará conversar con extraños, así que entrénese con sus vecinos que nunca saludo
  • Saber cuál es el oriente evidencia los otros puntos cardinales (este tranquilo que preguntando se llega a Roma), interactue con los mapas y aprenda de ellos
  • En viajes cortos el dinero y el tiempo por lo general están disponibles, para dar la vuelta la mundo aprenda a manejarlos
  • Mantengase tranquilo y deje pasar los malos momentos, todos en alguna medida somos intuitivos y tenemos algo de sentido común

A veces cuando salgo de viaje los 2 ó 3 días iniciales me duelen las rodillas, o me veo suspirando como un búfalo en una pequeña subida, sin embargo, en la medida en la que los días pasan me voy haciendo cada vez más fuerte, en ese y en otros sentidos. Aunque no es una regla, procuro cada vez hacer distancias más cortas y en viajes largos parar cada 3 ó 4 días a descansar, digerir, lavar la ropa o cambiar de actividad, así voy encontrando mi propio ritmo. No me preocupo realmente por los peligros, voy disfrutando de la vida, consciente de que lo que me pase en gran medida depende de mi…